miércoles, 13 de octubre de 2010

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Piden testigos para la investigación del asesinato de Luis María Früm PDF Imprimir E-mail
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Villa Mercedes
Escrito por Redacción Crónica   
Martes, 12 de Octubre de 2010 06:14
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Familiares de Luis María Früm, docente de la FICES secuestrado y asesinado en 1976, cumplieron la semana pasada en Villa Mercedes con testimoniales y pruebas que aportaron al Juzgado Federal. Piden testigos que puedan colaborar con la investigación. 
“A quienes hayan visto o escuchado algo sobre el hecho ocurrido en la madrugada del 19 de junio de 1976 en Villa Mercedes, les pedimos que brinden su aporte. A fin de año se vence el plazo para la presentación de testigos”, contó Claudia Früm, hija del profesor universitario.   
“Sabemos que a medida que va pasando el tiempo, aparecen testigos. La gente puede aportar lo que sabe porque lo vio o porque le contaron. Nosotros estuvimos hablando con los vecinos que aún están en el barrio donde vivíamos con mi papá y siempre hay algo que pueden ofrecer como información”, contó Claudia. 
La familia Früm vivía en 1976 en la vivienda de Montevideo 450. Allí un grupo de policías o militares llegaron para buscar a Luis María a las 2 de la mañana del 19 de junio de ese año. Lo secuestraron. La esposa, Pilar Elena, lo buscó toda la madrugada. Lo hallaron muerto a las 8, a 40 kilómetros de Villa Mercedes. 
Claudia tenía sólo 6 años entonces. Los recuerdos se mezclan con la reconstrucción que su familia intentó hacer de los hechos. “Estaba dormida cuando lo llevaron a mi papá. Me acuerdo que desperté y la casa estaba llena de policías”, contó. 
“Mi mamá fue a la comisaría para averiguar qué estaba pasando, hizo todas las presentaciones pero nunca se investigó nada, ni siquiera se siguieron los trámites que incluso en el proceso se hacían para estos casos. Lo que se pudo averiguar fue que en el barrio donde vivíamos había una zona liberada esa noche para un operativo, que fue el que se realizó para llevar a mi papá”, relató. 
“Hay un momento que me ha quedado en la memoria de esos hechos –comentó-. Luego de que velamos a mi papá y, a pedido de mis tíos, mi mamá nos llevó a vivir a Buenos Aires. Recuerdo que iba en el auto y mi mamá nos dijo que papá había fallecido. Yo les pregunté a mis hermanas qué era eso de fallecido”. 
Abandonada la casa, el operativo militar en la zona continuó con allanamientos en la vivienda de los Früm y excavaciones en el patio. “Nos enterábamos de todo eso por conocidos, no sé qué estaban buscando pero siguieron con las persecuciones, por eso mi mamá consideró que era más seguro irnos”. 
Claudia y su mamá vinieron la semana pasada para declarar ante la fiscal federal Mónica Spagnuolo, en la causa que investiga siete asesinatos y 21 hechos de secuestro y torturas, todos considerados delitos de lesa humanidad. 
“Hemos traído recortes de diarios de esa época porque el asesinato de mi padre salió en todos lados, no era algo que se ocultó, tomó estado público, pero nunca se investigó nada”, comentó Claudia. 
Luis María Früm era docente universitario y responsable de la cátedra Metodología de la carrera de Licenciatura en Trabajo Social de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Económico Sociales, donde el recuerdo y el homenaje son permanentes. Testigos Los familiares insistieron en el pedido de testigos. “Toda la gente que se acuerde de algo que pasó y esté relacionado con el asesinato puede aportar su testimonio a los abogados. Nosotros estuvimos en el barrio hablando con los vecinos y pegando carteles. Hay que tener en cuenta que uno puede declarar sin necesidad de ser testigo directo, sino también a través de algo que le hayan contado o se haya enterado por otros”. Los testigos pueden hacer su aporte llamando a los teléfonos  (02652) 440164. (02562) 420046, que son de los abogados Carlos Pereyra y Norberto Foresti. “Según nos han dicho el plazo para la presentación de testigos vence este año y el año que viene podría hacerse el juicio”, informó Claudia Früm, quien concluyó la entrevista con la radio de la FICES con pensamiento conmovedor: “En nuestros recuerdos hay espacios vacíos, no existe un solo día en mi vida que no piense en mi papá y en esas cosas que pasaron. Lo terrible es tener ese espacio vacío, de no saber qué pasó, quiénes fueron los que lo mataron…mientras no lo sepamos los condenados vamos a ser nosotros”.  

4 comentarios:

asociacion evitasiempre dijo...

Enviamos nuestra solidaridad.abrazo
Evita Siempre

Néstor Dulce dijo...

Les dejo mi solidaridad y enlacé la nota en mi muro.
Te invito a conocer un blog de humor nacional y popular. Si te agrada, podemos hacernos seguidores mutuos.
Ante el temor al censista, me gustaría hacer un pequeño aporte: aconsejar a los compañeros censistas acerca del tipo de comportamiento que deben tener durante su trabajo para no atemorizar a la población.
1) Si llega a equivocarse y anota que en una casa viven cinco personas en vez de seis que es lo correcto, debe tomarse el trabajo de borrar ... ¡ni se le ocurra tirar a la abuela por la ventana!
2) Aunque las respuestas resulten obvias, las preguntas del formulario las debe realizar igual. Por ejemplo: Si ud llega a un hogar y lo recibe un hombre bien ataviado, fumando un habano y acompañado por una señora harapienta, la cuestión:
- "¿Quién maneja el dinero en la pareja?" ... la debe consultar de todas formas. Bajo ningún concepto debe dejarse llevar por sus instintos y pegarle una patada en el culo al tipo.
3) Si bien hay que ser cordial con la gente, está mal visto ponerse mimoso. Por ejemplo: juguetear con la empleada doméstica del lugar con las típicas preguntas candorosas:
- "¿De quién es esa boquita?"
- "Tuyita, tuyita"
LEER más en el blog
http://www.kikitodulce.blogspot.com

lecturas/miradas dijo...

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-196359-2012-06-14.html

Unknown dijo...

Yo era chica y viajaba con mis padres desde el campo a Villa Mercedes y nos detuvieron en la ruta en la Laguna Las encadenadas. Era porque encontraron una persona con visibles huellas de tortura. Mi padre,lo vio, y mencionó alambres de púas. La policía le decía a la gente que seguramente era "un pata de lana". Eso contó mi padre al volver a la camioneta. Cuando yo lo indagué para ver si se acordaba (era muy mayor) me dijo que no recordaba nada. Poco tiempo después falleció. Mi solidaridad y mi abrazo. Soy Sonia Álvarez de Villa Mercedes.