miércoles, 30 de junio de 2010

RECUERDOS DE ALUMNOS Y COLEGAS Y AMIGOS

EL RECUERDO DE LOS EX ALUMNOS (Fragmento)



AL MAESTRO CON CARIÑO.



“….Sería el año 1964.Ya estábamos en 2do año cuando nos presentaron al nuevo profesor .El profesor Früm era “Trabajador Social”….”

“….muy pronto entendimos que no sería un profesor más. Sus clases, sus planteos, el trabajo grupal, la valoración del alumno, su lugar institucional…”

“ A nosotras ,las alumnas, nos obligaba a pensar y repensar. A debatir, a no “dar por sentado”.Un verdadero dolor de cabeza para quienes pertenecíamos a un universo ordenado y previsible, y que aspirábamos “ayudar, servir, guiar, aconsejar” a los necesitados.”

“…El era un metódico investigador del trabajo de campo y de la tarea docente. Un verdadero avanzado, muchas veces incomprendido. Crítico. Agudo. Valiente. Exigente consigo mismo y con los demás.”



Sus alumnas Lita Benegas y Beatriz Padín.

Egresadas del Instituto Superior de SS de Gral Roca, luego UNC, promoción 1.965.





EL RECUERDO DE SUS COMPAÑEROS DEL GRUPO ECRO.(fragmento)



Luis Maria: la memoria,nuestra riqueza inexpropiable hace que estés tan presente hoy como ayer, en ese gran reservorio individual y colectivo que recupera identidad y, ante todo justicia.

Tu breve vida (36 años, una esposa y cinco hijos hasta que te asesinaron) fue tan brillante y meteórica como tu accionar profesional. Dejaste grandes huellas en tu paso por las Universidades de Rio Negro, Neuquén, el Nordeste, San Luis y tantas otras del país y fuera de él.

Eras el compañero irreemplazable del grupo ECRO y del Proceso de Reconceptualización del Trabajo Social con el cual iniciaste tu carrera profesional; ideólogo, teórico y expositor claro, liso y llano, no es de extrañar que tu muerte nos haya afectado a todos en lo más profundo del corazón.

Es cierto, ya no somos los mismos desde ese aciago día, es cierto que el dolor nos atropello, pero también es cierto que no somos ni “olvidadores”, ni “olvidadizos”,ni “amnésicos” frente al pasado, porque el olvido no es el camino correcto hacia nada.

Por eso, ante la pretensión de que “hay que prohibirse mirar para atrás, que se debe mirar siempre hacia delante, no tener ojos en la nuca-que en definitiva es una metáfora-tiene un significado superficial y otro recóndito, y que éste último es el que quiere que renunciemos a ser justos y que el sentido de la justicia desaparezca junto con los asesinados y desaparecidos, NOSOTROS DECIMOS NO.

No es fácil hermano, es muy difícil expresarse en ésta situación, cuando el dolor y la emoción nos atraviesan como siempre, que en cada acto, acto-homenaje a tu nombre nos tocó participar aquí, en México, en Chile, en Perú, en Ecuador y otros, donde tu dimensión humana llegó a través de tu presencia o tus escritos.



Grupo ECRO.

Ethel G. Cassineri-Luis R. Fernandez-Juan Barreix.

lunes, 21 de junio de 2010

INTRODUCCION AL TEMA IDEOLOGIA Y TRABAJO SOCIAL.Luis maria Frum

PROLOGO

El presente trabajo, aunque constituye una unidad, está dividido en tres partes que guardan cierto grado de especificidad y que posibilitan un tratamiento global o uno fragmentado, en la medida que las características del abordamiento lo aconsejen procedente.

Las partes (o sub-temas) serán, respectivamente: "La ideología y su función"; "La explicitación ideológica en Trabajo Social", e "Ideología y método del Trabajo Social".

Se intentará presentar y desmenuzar las variantes fundamentales que existen en relación con cada tema, dar algunas líneas de análisis conceptual y lógico para el estudio de esas variantes intentando, dentro de lo posible, de no explicitar las consideraciones personales del autor, cuya intención será (aunque sus limitaciones le jueguen una mala pasada) la de sistematizar el análisis de los temas y no desarrollarlos.

En cada tratamiento se orientará el tema a la problemática de la docencia en Trabajo Social, para el trabajo en grupos y finalmente se dará la orientación bibliográfica que el autor ha utilizado para el trabajo.

ADVERTENCIAS DEL AUTOR

Primera advertencia:

Desde hace tiempo me he alejado de los seminarios profesionales por considerar que carecían de seriedad. No quiero decir con esto que las personas que participaban no fueran serias ni mucho menos, sino que la metodología que se seguía no guardaba en si una seria capacidad de enriquecimiento y dilucidación de los problemas que se pretendía tratar.

Los fundamentos de esta opinión se basan en considerar que no es posible que un profesional invitado como disertante, tenga la posibilidad de preparar su trabajo, ya sea tesis, hipótesis u opiniones concretas dedicando muchas horas y días, analizando sus pensamientos con detenimiento, corregir sus originales, consultar abundante y variada bibliografía, determinar conceptos con diccionarios, concretando un trabajo serio, meticuloso y responsable (válido o no, no importa) para que luego, en los seminarios, se lea una vez y un grupo de personas lo alaba, lo critica, lo destruye o lo acepta, sin responder con igual criterio y sin disponer del material bibliográfico ni del .tiempo necesario para hacerlo.

Considero, por lo tanto, que un mínimo de salida decorosa y responsable implica que cada participante a un seminario reciba el material impreso, con antelación al encuentro, para efectuar un serio trabajo de gabinete, solo o en equipo, que le permita concurrir a la reunión con aportes positivos y espíritu constructivo, que se dan inclusive en el rechazo fundamentado de las proposiciones de los autores, pero que posibilitan un mutuo enriquecimiento.

Segunda advertencia:

Quien asuma con responsabilidad intelectual el difícil (pero no imposible) tratamiento de los problemas fundamentales del Trabajo Social, entre ellos el de la ideología, que trataremos más adelante, deberá reconocer o, cuanto menos, intuir que nuestra formación intelectual es tan mediocre, cuando no nula, en materia de una metodología para la reflexión critica y el análisis objetivo, que parece utópico pretender tratar los problemas, sin previamente instrumentarse para ese tratamiento.

En un reciente seminario con participación internacional, al que por lo indicado anteriormente, sólo concurrí para saludar a algunos amigos, se discutieron algunos planteos dialécticos, se acusó a un profesional expositor de "pseudo-dialéctico"; se criticó y se enalteció al método dialéctico; se criticó y alabó a los estructuralistas; etc. etc. En un receso, pido personalmente a una decena de participantes que me explicaran qué era dialéctica y qué era estructuralismo, y NINGUNO fué capaz de, no solo explicármelo, sino ni capaz de intentarlo.

Si esto constituye nuestro lastre, si parte de los problemas fundamentales de nuestra profesión surgen de nuestra incapacidad metodológica de abordarlos, aunque veremos más adelante que es probable que existan otras implicancias (ideología y metodología), ¿por qué no empezar ya a instrumentar a los futuros profesionales en las Escuelas de Trabajo Social?. ¿Por qué no asumir nuestro rol histórico y más que dar ideas supuestamente acabadas, pero incapaces de sostenerse ante un análisis serio, no enseñamos y aprendemos lógica formal, lógica dialéctica, metodología científica, etc., para construir conocimientos válidos?.

Tercera advertencia:

Hay que desmitificar al Servicio Social. La riqueza del conocimiento acumulado, la dinámica de nuestro tiempo y la capacidad cognoscible del ser humano, hacen que tal posibilidad sea históricamente concreta. Si el Servicio Social ha sido el resultado de males que aquejaban a nuestros semejantes y despertaron la inquietud por solucionarlos en quienes no los sufrían en carne propia, el Servicio Social ha sido la ideología de unos para los problemas de otros y, llámese paternalista, ajustadora, desarrolladora o reconceptualizada, es vertical y tecnocrática, al servicio de ideas subjetivas y preconcebidas, por lo tanto útiles a quienes las sustentaban, pero nada más.

Para un análisis objetivo sigue teniendo más coherencia un esquema que podría sintetizarse así: "Para una ideología caritativa, una metodología paternal y una práctica asistencial".Cualquiera de las nuevas corrientes podrá tener aisladamente un mayor desarrollo en alguno de los aspectos parciales (Teoría, Metodología, Práctica) pero aún no han logrado la coherencia interna del esquema tradicional.

Y, lamentablemente, debo gastar papel para dejar en claro que el que reconozca la coherencia del esquema no indica que esté de acuerdo con él.

LA IDEOLOGIA Y SU FUNCION:

Aceptemos en forma provisoria que ideología es:

“El conjunto de creencias e ideas que tenemos de nosotros mismos y del mundo y sobre la base de las cuales nos comportamos de determinada manera”.

Esta definición lo dice todo y no dice nada. Sin embargo es probable que tenga la virtud de no negar ninguna de las concepciones existentes, ya sean convergentes o complementarias.

No afirma ni niega que esas ideas son el reflejo de la realidad y producto de ella.

No afirma ni niega que sean el producto de las relaciones económicas de los hombres.

No afirma ni niega que incluya ideas políticas, religiosas, morales, éticas, estéticas, etc.

No afirma ni niega que constituyan una doctrina de gobierno o partido.

No afirma ni niega que sean normas encaminadas a una acción específica.

No afirma ni niega que sean falsas o verídicas.

No afirma ni niega que sean comunes a una clase social determinada.

No afirma ni niega que determinan la marcha del desarrollo social.

Por lo tanto, conceptualmente, no niega las concepciones idealistas, positivistas, deterministas, materialistas, existencialistas, etc., etc. y nos permite trabajar con mediano eclecticismo.

Tenemos, sin embargo, tres cosas en nuestra definición que corresponde analizar detalladamente, a saber:”Creencias e Ideas”; “Nosotros y el mundo” y “Comportamiento”. Veamos pues cada una de ellas.

CREENCIAS E IDEAS:

Es necesario hacer algunas distinciones entre estos dos conceptos que solemos tomar como sinónimos. La creencia es un supuesto, considerado válido sin necesidad de demostración objetiva, que orienta o fundamenta nuestro comportamiento. Puede ser falsa o cierta pero no nos proponemos la duda o la reflexión; simplemente creemos. La idea es una captación y representación de algo, es un proceso mental que constituye la base del conocimiento. Creencias e ideas tienen en común que son abstracciones, es decir, que no son en si sino en función de algo. Si tengo idea de algo, estoy representando simbólicamente una cosa

.Una idea o creencia no puede existir antes de que exista quien la tenga, por lo tanto es posterior a la existencia objetiva del hombre que la posea.

¿Por qué es importante tener claro esto?.Lo es porque para continuar nuestro análisis es necesario acordar que:

a) Las creencias y las ideas pueden ser ciertas o falsas.

b) si son ciertas representan objetivamente lo que quieren representar.

c) Para que tengamos seguridad que son representaciones objetivas, necesitamos comprobarlas.

d) Para comprobarlas necesitamos una metodología que nos garantice objetividad, y;

e) Para que la metodología garantice objetividad necesitamos de la confrontación práctica.

Por otra parte, y dado que para que exista la idea es necesario e indispensable que primero exista yo-ser ideológico, es necesario analizar la relación ser-pensar.

La lógica nos dice que nadie puede ser hijo si no existen previamente quienes sean sus padres o, de otra manera: el hijo nunca es anterior al padre.

Por lo tanto, en cuanto padres constituyen una realidad social de existencia objetiva, tenemos que:

a) Para tener ideas es necesario que yo exista.

b) Para que yo exista son necesarias la existencia anterior de mis padres.

c) Mis padres son una realidad social objetiva anterior a mi.

d) Mis ideas son posteriores a la existencia de la realidad social objetiva.

e) Yo soy posterior a la existencia de la realidad social de la que soy producto, y;

f) Las ideas son un reflejo de la realidad.

Con estas proposiciones podemos ordenar una serie de problemas fundamentales no sólo de carácter ontológico sino teóricos y prácticos.

No podemos trabajar con un problema tan concreto como es el de "Ideología y Trabajo Social" si no tenemos un marco conceptual delimitado y claramente establecido.

Si las ideas en conjunto (ideología) son el reflejo de la existencia, ¿que existencia reflejan?.

Si reflejan algo previo, ¿pueden generar algo posterior?. Es decir ¿pueden crear algo futuro?.

¿La creación de algo futuro es mera fantasía (utopía) o puede concretarse en nueva realidad?.

Si nuestras ideas son un producto de la realidad anterior (historia) ¿podemos como seres históricos anticiparnos a ésta?.

Si nuestras ideas pueden crear algo futuro, ¿en cuanto ideas nuestras sirven a todos o a unos pocos? Dicho de otra manera, ¿sirven a nuestros intereses, a los del grupo histórico en el que forme mis ideas o sirven para otros?.
Las ideas de los otros en relación con las nuestras, ¿cómo son: mejores, peores, iguales, distintas?.

¿Cuáles son los criterios que garantizan la legitimidad y veracidad de mis ideas?.

NOSOTROS Y EL MUNDO:

En nuestra definición provisoria decíamos que tenemos ideas referidas a algo. Por lo tanto, no dudamos que no surgen de la nada sino que están en relación con la realidad. La idea de bueno, de bello, de frío, etc. surgirá en nuestra conciencia como imagen sensorial de un objeto (realismo ingenuo). El perro es bueno, Juan es bello, el clima es frío.

Pero cuando decimos: tu idea es buena, la vida es bella, la bigamia es mala, etc., el objeto aprehendible por los sentidos, ¿dónde esta?.

El perro es bueno para mi, malo para otro. La bigamia es mala para ti no para él. Entonces ¿la idea es un reflejo subjetivo de una realidad objetiva?.

Todas nuestras ideas surgen del medio (mundo) y nosotros estamos inmersos en él, por lo tanto esas ideas tienden a darme una comprensión de las cosas y de mi mismo.

Las ideas que tengo sobre mi existencia como ser y la capacidad de conocer como tal, son ideas de corte filosófico.
Las ideas que tengo de mi existencia y el trato de yo como ser con otros seres y el medio social son de corte moral.
Las ideas que tengo con respecto a mis relaciones con el mundo social organizado (sociedad-estado) y de mi medio social con otros son ideas políticas.
Y así sucesivamente puedo descubrir que tengo ideas jurídicas, estéticas, religiosas, etc., etc.
Naturalmente siempre seré yo y mis ideas, por lo que mis ideas se relacionan entre si y constituyen un sistema de concepciones, creencias e ideas que configuran mi ideología. En este sentido se nos presentan diversos interrogantes:

a) Si una idea está equivocada, en cuando integrante de un sistema, ¿hace que todo el sistema sea equivocado?.

b) ¿Puedo tener ideas de un determinado tipo, por ejemplo religiosas, que no guarden congruencia con mis ideas políticas, o morales o jurídicas, etc.?

c) ¿Puedo cambiar mis ideas equivocadas por otras que considere válidas, o la idea equivocada me impide reconocer su condición de tal?.

d) ¿Cómo llegar a garantizar que todo mi sistema ideológico es coherente y válido?.

e) ¿Puede el sistema ser coherente y no válido?. ¿Puede ser válido y no coherente?.

f) Un sistema ideológico ¿puede ser tal prescindiendo de ideas políticas?.

g) ¿La ideología me dice COMO hacer o me dice QUE hacer?.

Finalmente decimos en nuestra definición provisoria: COMPORTAMIENTO.

Es decir que suponemos que las ideas que tenemos del mundo y de nosotros fundamentan nuestra conducta humana, traducida en comportamientos concretos.

Nuestra conducta está en relación con las cosas y los hechos (realidad). Los animales también tienen comportamientos, ¿debemos inferir entonces que si la ideología genera comportamientos, los animales que se comportan, son ideológicos?.

¿Pueden tener ideas religiosas, estéticas, políticas, etc., los animales?. ¿O la ideología no orienta comportamientos?.

Aquí vemos la importancia de diferencias la captación sensual (sensaciones) de las categorías superiores del pensar y el razonar. Tenemos la posibilidad de analizar si nuestro comportamiento, basado en una ideología, es un comportamiento reflexivo o instintivo o ingenuo, etc. Es que nosotros, a diferencia de los animales, no sólo pensamos y razonamos, sino que tenemos conciencia de que pensamos y razonamos.

Captar el mundo e interpretarlo es para nosotros una necesidad vital y en tal sentido la ideología nos fundamenta comportamientos. Ahora bien, si esto es real, si nuestro comportamiento está orientado por nuestra ideología, ¿qué sucede cuando esas ideas son equivocadas?.

¿Cómo arriesgarnos a fundamentar reflexivamente nuestro comportamiento basado en una ideología sin previamente reflexionar sobre ella: asegurarnos que es válida, que corresponde a la verdad objetiva entendida como reflejo de la realidad?.

Una ideología equivocada orienta nuestra conducta (actividad) y contribuye a que logremos los objetivos previstos, pero no nos indica que lo equivocado se ha transformado en cierto:

Si la ideología es cierta, si guarda correspondencia con la verdad objetiva, también contribuye a que logremos los objetivos previstos, pero a diferencia de la equivocada, no sólo satisface mis intereses personales sino que, además, corresponden a la realidad, se objetivan y transforman en conocimiento cierto.

Si no exponemos nuestras ideas a un minucioso análisis y confrontación con la realidad, si dejamos nuestra conducta librada a las creencias donde nuestros intereses y voluntad particular nos haga sentir por válidas, ideas que no hemos confirmado en su validez, nuestra conducta será irreflexiva, ingenua, instintiva y no guardará capacidad autocorrectiva y crítica. Por ende no progresará, ni se desarrollará, ni perfeccionará junto a la realidad.

Podemos preguntarnos ahora: ¿existen métodos que nos permitan tener el máximo posible de garantías posibles de que nuestras ideas y juicios son válidos y basar nuestras conductas de manera tal que, en la confrontación de nuestro comportamiento con la realidad (actividad práctica) podamos reafirmar o rechazar nuestras ideas?.

Los que han elegido el difícil pero fructífero camino de la ciencia y su metodología dirán que ¡si!.

¡No! afirmarán los agnósticos. No, tiene importancia, mientras sea útil será válida, dirán los pragmáticos.

¿Qué pueden decir los profesionales del Trabajo Social?.

¿Cómo se vincula esta problemática expuesta hasta aquí con la formación profesional en las Escuelas de Trabajo Social?.

He aquí los problemas básicos que se deben dilucidar en este aspecto del tema general que nos
proponemos.

¿Deben las Escuelas de Trabajo Social dar un sistema ideológico coherente a los estudiantes?.

Si es así ¿debe incluir ideas morales, religiosas, políticas, estéticas, etc.?.

¿Deben elaborar las Escuelas de Servicio Social, un sistema ideológico propio?.

Si es así ¿cómo se hará para garantizar su validez?.

¿Deben analizar las Escuelas de Servicio Social los sistemas ideológicos existentes?.

Si es así, ¿que metodología se utilizará?.

¿Deben ignorar la existencia de ideologías?. Si es así ¿cómo harán los docentes para abstraer su ideología del quehacer docente y cómo se separará la ideología del alumno de su tarea de aprendizaje?.

Si la ideología es el producto de una clase social, ¿a qué clase pertenecen los asistentes sociales y qué papel jugará su ideología en el trabajo profesional con personas de otras clases sociales u otras ideologías?.

Si el comportamiento en el aprendizaje (conducta en las prácticas) se basará en una ideología, ¿qué instrumentos se utilizarán para controlar la objetividad de la experiencia?.

Si la ideología de un sistema le es funcional a él ¿lo será para el Trabajo Social?.

Si la ideología es funcional a la Escuela de Trabajo Social, ¿lo será para el sistema?.


LA EXPLICITACION IDEOLOGICA EN TRABAJO SOCIAL

Si aceptamos que el Servicio Social como profesión, nació con las primeras escuelas de Servicio Social, le estimaremos unos 70 años de antigüedad.

A lo largo de esos años, ¿el Servicio Social explicitó alguna ideología?.

Entendamos que explicitar una ideología, significa expresarla con claridad y determinación. En este sentido parecería válido considerar que nunca efectuó una explicitación de ese tipo. Sin embargo, vemos que existen algunas organizaciones que nos permiten plantear el interrogante. Por ejemplo, la Unión Católica Internacional de Servicio Social (UCISS); su existencia e historia como institución prestigiosa, jerarquizada y de gravitación mundial, da un valor relativo a nuestra afirmación.

¿Por qué da un valor relativo?. Porque no dice: "Unión Internacional de Servicio Social Católico", lo que explicitaría la ideología de ese Servicio Social, sino que nos manifiesta que se trata de la Unión de los Católicos que se dedican al Servicio Social, lo que sólo implicita la posible ideología profesional y solamente explicita la Ideología de quienes integran la Unión.

Esto implica una honestidad que no podemos desconocer, estemos o no de acuerdo.

Lo que podemos analizar es si lo "honesto" es también "válido", porque si así fuera podríamos considerar una Unión de Protestantes, de Ateos, de Conservadores, de Fascistas, o de cualquier ideología religiosa, política, filosófica, etc., sin que se negara la objetividad y universalidad, entendida como verdad objetiva del Servicio Socíal.

Pero si el Servicio Social como profesión no es solamente una enunciación de principios, sino que constituye un quehacer concreto, una actividad práctica inserta en la realidad humana; es posible que el hombre no relacione y fundamente su quehacer en su ideología. Manifiesta Marra Jesús Egaña de Chaparro, docente y colega Chilena: "Nuestra Escuela se define como de inspiración cristiana y por ende, matiza la formación de los futuros profesionales con postulados cristianos en el plano de lo filosófico e ideológico" (Se¬lecciones de Servicio Social N° 11).

Nos podemos preguntar si un católico o un liberal o un budista, no harán de su tarea una tarea similar, en este caso un Servicio Social Católico, o Liberal o Budista. Como diría Ortega y Gasset:"al decidir cada acto nuestro nos decidimos porque nos parece ser, el que, dadas las circunstancias, tiene mejor sentido". Nos surgen ya algunas consideraciones para analizar:

a) Si la ideología del profesional no influye (o no debe influir) en su labor, ¿cómo la aísla en su tarea?.

b) Si la ideología fundamenta su quehacer, ¿ese quehacer es la encarnación práctica de sus creencias?.

c) ¿Cómo podemos afirmar que el Servicio Social es una Tecnología, si la técnica es la encarnación práctica de la ciencia y no de la ideología?.

d) Si la ideología orienta nuestro trabajo, ¿podemos hablar de un Servicio Social reconceptualizado, sin reconceptualizar la ideología que lo sustenta?.

Sin embargo la característica históricamente más generalizada en Servicio Social ha sido la de manifestarse ajeno a los sistemas ideológicos. Frente a esta postura hay quienes manifiestan:

* -El Servicio Social, ingenuamente, ha creído prescindir de la ideología, con lo que inconcientemente ha servido a la ideología que le dio trabajo.

* -El Servicio Social ha ocultado deliberadamente la ideología que lo sustentaba.

* -El Servicio Social ha actuado efectivamente prescindiendo de la ideología.

* -El Servicio Social ha actuado con una ideología propia, cuya principal característica es una ética humanista.

* -El Servicio Social, al ir nutriéndose con el avance de las ciencias sociales, ha ido objetivando la ideología que lo generó. Etc. Etc.

Lo importante es que en la actualidad, cualquiera haya sido la situación anterior, hay diversos grupos profesionales y Escuelas que consideran indispensable que el Servicio Social tome partido, es decir que explicite su ideología. Y esta situación inquieta a unos y desespera a otros.

Hablar de ideología del cambio, compromiso con el desarrollo, participación en el cambio de estructuras, etc., etc. son ya casi lugares comunes en la reciente literatura del Trabajo Social, aunque un observador avezado no note diferencias sustanciales en las tareas concretas que los profesionales realizan en el campo. Es más, un observador demasiado crítico diría que antes por lo menos paliaban necesidades concretas y ahora sólo filosofan y planifican pero no concretan nada.

O es ideología estéril porque no se concreta en la realidad, o es ideología útil porque justifica la falta de acción concreta.

Propongámonos el examen de esta problemática partiendo de las variantes fundamentales:

1) El Servicio Social debe hacer abstracción de las ideologías.

2) El Servicio Social debe dejar implicitada su ideología.

3) El Servicio Social debe explicitar su ideología.

Veamos la primera y preguntémonos: la abstracción debe hacerse:

a) Negando la influencia ideológica.

b) Aislando la ideología.

c) Tecnificando la tarea profesional.

Si el Servicio Social como institución está integrada por hombres y, si como profesión es ejercida por hombres, ¿es posible negar que la ideología influye en nuestro comportamiento, en nuestras preferencias y rechazos, en nuestras elecciones, en nuestra vocación misma por el Servicio Social?.

Es posible negar que cada uno de nosotros ha nacido y se ha criado dentro de un sistema de ideas. Que esas ideas interpretan de una determinada manera la realidad y que son el reflejo de esa realidad tal como la consideramos. Que no se trata de una elección sistemática y pensada libremente, sino la internalización de la formación que recibimos. Negar la influencia de lo que somos en nuestra cotidiana tarea de ser, ¿no es en si una ideología?.

Aislar la ideología. Veamos las dos posibilidades, es decir que se pueda o no aislar la ideología.

Si no se puede aislar la ideología, si está tan estrechamente implícita en nuestros modos de ser y de hacer, si no podemos reconocerla ni recrearla, ni comprenderla ni valorarla, si constituye un determinismo mecanicista, ¿cómo pretender abstraernos de ella?.

¿Como podrán los profesionales de Servicio Social separarla de su tarea?.

Si se puede aislar nuestra ideología, ¿como hacerlo?.

Si podemos llegar a detenernos un momento (detenernos ¿cómo?) para conocer y desmenuzar nuestras ideas, como dice Descartes:"dividir cada una de las dificultades en tantas partes como fuera posible y necesario para mejor resolverlas".

Indudablemente no podemos negar ni afirmar la posibilidad de aislar la ideología sin intentarlo. Pero las ideas no surgen de la nada, sino de la realidad y solamente confrontándolas con la realidad puedo reconocerlas y valorarlas. Creer que es imposible aislarla es una idea; si no probamos su verdad y la damos por cierta, es una creencia y además fatalista. Creer que es posible y no probar es irracional, es negar en hecho la capacidad cognoscible del ser humano.

Pero nos queda un aspecto importante a tener en cuenta: Intentar aislar la ideología, ¿para qué?.

¿Como mero entretenimiento y seguir igual que antes?.

¿Para neutralizarla en relación con nuestra tarea? .

¿O para transformarla en un sistema coherente con la realidad objetiva?.

La tercera variante que nos planteábamos era la de abstraer la ideología tecnificando la tarea. Ponemos esta variante porque las ideas de la reconceptualización están fuertemente centradas en la metodología de trabajo, en lo operativo, en los modos de hacer del Trabajo Social.

Resulta prácticamente imposible aceptar esta posibilidad, ya que no se puede concebir modos de hacer sin razones para hacer e intenciones por qué hacer.

Parece lógico suponer que un mayor desarrollo técnico, solamente puede sustentarse en una definición más clara de ideas.

Esto es que, al contrario de suponer que la tecnificación puede permitimos abstraer la ideología, nos obliga a clarificarla.

Sin embargo nos habíamos prometido un tratamiento medianamente ecléctico, por lo que intentaremos considerarlo como posible.

La técnica, los métodos, la forma de actuar para producir algo, constituyen un instrumental, por lo tanto son los medios de que nos valemos en la actividad práctica.

Pero,¿ podemos desligar los fines de los medios?.

Si es cierto que podemos abstraer la ideología mediante la técnica, ¿no estaremos haciendo prevalecer los medios sobre los fines?. En síntesis, si es posible, ¿eso es lo que queremos?.

Si lo logramos, ¿no estaremos poniendo la metodología al servicio de una ideología, supuesta o realmente, ajena a nosotros? Lo que en definitiva termina por negar la posibilidad de abstracción para transformarla en engaño.

La segunda alternativa que nos proponíamos para el examen era que el Trabajo Social debe dejar implicitada su ideología.

De acuerdo con lo analizado parece ser que es lo que el Servicio Social ha hecho hasta la fecha, esto es, que ha tenido una ideología que gestó su nacimiento como profesión; ideología que la sustentó como institución, e ideología que orientó su tarea, pero que nunca se la expuso formalmente, salvo en los aspectos morales (ética profesional).

En tal sentido la alternativa es igual a manifestar que debemos seguir como hasta ahora en ese aspecto. Es importante detenernos un momento a recordar que hay grupos de profesionales e instituciones que consideran imprescindible que el Trabajo Social, los hombres que lo ejercen, los docentes que preparan para su ejercicio, deben comprometerse ideológicamente. Si bien no se aclara si ese compromiso debe ser explicitado o no, lo importante es que debe estar implícito en la tarea práctica que se efectúe. Esto significa: optar y actuar en concordancia con la opción.

Como menciona Mounier "Yo me elijo como producto determinado en un medio determinado, y, tomando de esta manera conciencia de mi todo, asumo la responsabilidad de ello".

Por lo tanto debemos aclarar si dejar implicitada la ideología es, o significa, no verbalizar nuestras ideas, o es concretarlas en la acción práctica. Lo primero podrá ser una táctica (útil o no) pero no es una implicitación. Lo segundo será de corto vuelo, porque difícilmente exista otra manera más concreta de explicitar una ideología que implicitarla en la acción, plasmarla en realidades concretas.

La tercera alternativa que era "explicitar" la ideología, guarda relación directa con lo expuesto, pero nos da pie para otras consideraciones.

Explicitar la ideología: ¿Para qué?. ¿Cómo? y ¿Dónde?.

Elegir una ideología existente y explicitarla: ¿Sobre qué bases?. ¿Qué ideología?. ¿Qué metodología para elegir?.

Construir un sistema ideológico propio y explicitarlo: ¿Qué posibilidades hay?. ¿Para qué sirve?. ¿Cómo construirlo?.

Es indudable que explicitar la ideología en conferencias, seminarios, escritos o charlas de café, sirve para gratificarse intelectual y emotivamente. Pero si no se confrontan con la actividad profesional, no sólo que no podremos conocer su validez, sino que no será nuestra ideología. Terminará o asépticamente arrumbada o nos frustrará en la impotencia.

Por otra parte la profesión, para ser ejercida como tal implica, en nuestra realidad, que alguien nos contrate para trabajar. Si quienes nos contratan son instituciones concretas y reales que tienen su ideología propia: ¿Cómo armonizar nuestra ideología con la de ellas?

¿Será necesario encontrar las instituciones que coincidan con nuestra ideología? .

¿Nos darán trabajo las instituciones que están en desacuerdo con nuestra ideología?.

Además ¿para qué sirve una explicitación ideológica, si no se puede llevar a la práctica?. Es indudable que el problema de la explicitación ideológica es mucho más serio y complicado de lo que parece a simple vista.

Sólo ideas válidas pueden orientar un trabajo objetivo y solamente un trabajo concreto puede transformar esas ideas en criterios de verdad y utilidad para el progreso humano. La ideología surge de la realidad y solamente transformándola (a la realidad) se enriquece. La ideología se convierte, al igual que la metodología, en un medio para mejorar la existencia humana, que es un fin.

La explicitación solamente implica compromiso en la actividad práctica, pero el Trabajo Social como institución está dentro de un sistema que tiene su ideología. Al sistema no le preocupa mayormente la verbalización (en algunos casos la promueve) pero si le preocupan las acciones concretas. No es lo mismo trabajar en Servicio Social industrial, por ejemplo, contratado por el dueño de la fábrica que por el sindicato.

Frente a este aspecto (la explicitación) del problema de ideología y Trabajo Social, ¿qué papel les cabe a las Escuelas?.

¿Deben las Escuelas de Trabajo Social explicitar la ideología que sustentan?.

¿Pueden y deben las Escuelas de Trabajo Social que son creadas y sostenidas por un gobierno o institución que tiene una ideología, hacer el análisis crítico de la misma?.

¿Que actitud tomarán las Escuelas de Trabajo Social frente a los docentes y alumnos que no estén de acuerdo con la ideología explicitada?.

¿Cuál será la actitud de las Escuelas de Trabajo Social en cuanto a plasmar en la práctica su ideología (explicitada o implicitada)?.

Si intenta reconceptualizaciones metodológicas, ¿qué papel harán jugar a la ideología?.

Suponiendo que las Escuelas explicitaran ideologías diferentes, ¿sobre qué bases se relacionarán entre si?.

Para terminar este tema vale recordar tres escritos:

De Denis Goulet en "Etica del Desarrollo":

"Cada uno debe gozar de libertad para proponer su concepto del fin y de los medios, con la única salvedad de que no debe tener la pretensión de imponerla a los demás".

Del refranero Chino:

"Si uno no entra en la guarida del tigre, ¿cómo podrá apoderarse de su cachorro".

De Mario Bunge en: "Etica y Ciencia":

"Tomarás el partido de la verdad, no cesarás de preguntar y preguntarte, de dudar, de poner a prueba; te rectificarás cuantas veces lo exija el ajuste a la verdad, y lo harás sin vergüenza, ya que lo vergonzoso es seguir creyendo que puedan existir, fuera de las ciencias formales, verdades irrefutables y definitivas, y que un individuo o una secta pueden poseer la suma del saber".

IDEOLOGIA Y METODOLOGIA DEL TRABAJO SOCIAL

El tercer tema que aquí nos planteamos, resulta igualmente difícil de abordar ya que agrega, como ingredientes, algunos problemas específicos de la docencia en Trabajo Social, tales como el perfeccionamiento metodológico, las experiencias prácticas, la teoría del Trabajo Social, la Supervisión docente de las prácticas, la reconceptualización y, en síntesis, lo que se presenta como "el problema coyuntural de la profesión".

Indudablemente no podremos tratar, ni mucho menos agotar, esos temas en este trabajo, pero es necesario que intentemos encontrar los nexos entre ideología y metodología. O, cuanto menos, una aproximación que sirva de orientación para el posterior análisis.

Cuando hablamos de metodología del Trabajo Social, nos ubicamos mentalmente en los métodos del trabajo concreto. Es interesante notar que a nadie se le ocurre que al hablar de métodos del Trabajo Social, pudiéramos estar refiriéndonos a métodos deductivo, lógico, inductivo, dialéctico, etc.

Muy por el contrario, inmediatamente nos imaginamos: Caso Social Individual, Servicio Social de Grupo y Organización y Desarrollo de la Comunidad, ya sea separados, integrados, reconcentualizados o algo así.

Es natural que así suceda ya que para nosotros la idea de metodología no hace más que reflejar una realidad y una experiencia históricamente acumulada.

Como reflejo de la realidad propia del Trabajo Social, tal cual nosotros la entendemos, la metodología es algo concreto y especifico. Es por eso que como idea sólo nos permite intentar ajustarla, mejorarla, pulirla, reestructurarla, pero ni remotamente recrearla transformarla o suplirla.

Téngase en cuenta que no se trata de pregonar aquí una postura determinada, sino solamente tratar de ver como se implican ideología y metodología del Trabajo Social.

Fijémonos en este ejemplo ficticio:

Un hombre está interesado en que la gente conozca un determinado libro que a él le parece bueno. Comienza por ir leyéndoselo persona por persona. Al tiempo descubre que cada persona tiene una familia y lee su libro familia por familia. Más tarde reflexiona y ve que avanza muy lentamente, descubriendo de inmediato que puede hacer reuniones de niños, de ancianos, de obreros, de madres, etc. y leerles el libro simultáneamente. Más tarde descubre que otros leen y pueden ayudarlo en lo que él quiere y que las personas, las familias, los grupos, viven en comunidades, donde podrá hacerlo conocer a mayor número de personas; podría llegar a lograr que todo el mundo escuchara la lectura del libro.

¿Qué pasa con la tarea de este hombre?.

Su método de lectura variará de forma. Con un solo individuo podrá leer en voz baja, deberá aumentar el volumen de voz cuando lo lea a un grupo, usará altoparlantes, radio, grabadoras, para leérselo a una comunidad, a una nación, a toda la humanidad.

Pero cuando todos hayan conocido el libro, le quedará como alternativas: volver a leerlo, buscar otro libro que considere bueno, o dar por terminada su tarea y quedarse en casa.

¿Qué es lo que sucede con este hombre?. Ira acomodando su metodología, perfeccionándola en función de su idea (la bondad del libro elegido) y el valor de su conocimiento.

Pero el libro es bueno para él, y puede no serlo para otros. Es indudable que los métodos que utilice estarán en relación directa con su idea.

Ahora bien, supongamos que, aunque ese mismo hombre tenga un libro que considere bueno, estime que lo importante es que la gente sepa leer y conocer por sí el libro en cuestión. ¿Los métodos que usará, serán los mismos?. ¡Sin duda que no!. Se dedicará a enseñar a leer individuo por individuo, familia por familia, comunidad por comunidad, a todo el mundo, en la medida que cuente con las posibilidades concretas y prácticas. ¿Que sucederá en este caso?. La gente podrá leer el libro que nuestro hombre consideraba bueno, podrá leer otro libro, podrá leer cuantos pueda y por otra parte podrá determinar cuál es bueno para él y cuál no.

Que la gente conozca o no un determinado libro no es obligatorio, puede sentirlo como obligatorio el hombre del cuento y esto lo llevará a intentar imponer la hegemonía de su idea.

Pero que la gente sepa leer es una necesidad indispensable para que pueda desarrollarse en la esfera del conocimiento. La lectura es patrimonio de los hombres, de su cultura y no de unos pocos.

En ambos casos el hombre tendría una idea que lo obliga a utilizar una metodología para plasmarla en realidad.

La primera idea era un reflejo falso de la realidad, porque el libro era sólo bueno para él. En el segundo caso la idea era un reflejo objetivo de la realidad, ya que la escritura y la lectura son medios indispensables para la producción de conocimientos y posibilitarles el uso de esos medios es generar progreso.

De este ejemplo podemos detectar la coyuntura básica entre ideología y metodología. Y comprender que es prácticamente imposible hablar de perfeccionar una metodología si no nos proponemos antes una metodología para perfeccionar y objetivar la ideología que la genere.

Podremos lograr éxitos cuantitativamente mayores pero nunca cualitativamente distintos.

Como bien dice Rene Salinas: “existe una confusión entre métodos específicos y metodología” (como el tratado y estudio de los métodos) por esa razón hablamos de los métodos de Servicio Social entendiendo lo que estamos acostumbrados a manejar y no de metodología, y no salimos del pantano si no incursionamos en los métodos más variados y amplios del conocimiento humano.

El esquema básico para una acción efectiva, para la producción de resultados concretos y positivos, es el de:

MARCO TEORICO - METO0OLOGIA - PRACTICA.

Podemos afirmar esto porque el Marco Teórico si no sirve para orientar una metodología es mera abstracción, es especulación teorética.

Una metodología sin un fundamento teórico es solamente metodologismo, operativismo que no puede enriquecer el conocimiento humano ni perfeccionarse en el proceso de desarrollo.

La práctica, sin una teoría orientadora, sin objetivos definidos, sin modos de hacer, consecuentes con el objetivo, es puro activismo, es rutina irracional que en nada nos distingue de los autómatas o de los animales inferiores.

Son tres aspectos de una sola realidad: EL QUEHACER HUMANO CONCIENTE, y se interrelacionan dialécticamente.

La práctica es necesaria para transformar la realidad; la metodología es indispensable para hacer mejor las cosas; la teoría es fundamental para orientar la tarea.

Por otra parte, la práctica podrá demostrar la validez de la teoría enriqueciéndola. Y hace que la teoría, surgiendo de la práctica, ayude a orientarla.

En un primer momento, el conocimiento es sólo superficial, son sensaciones que tenemos de las cosas, son ideas rudimentarias, pero en el transcurso de la práctica vamos descubriendo las conexiones y relaciones internas y externas de los fenómenos, pasando de la idea al concepto, al concepto científico, a las construcciones lógicas que, como dice J. Maritain: “el espíritu produce o expresa en si mismo y en el cual capta o aprehende una cosa".

Pero tanto el conocimiento sensible, como el conocimiento lógico se corresponden mutuamente y son partes de un solo proceso de conocimiento. Por esto, si consideramos que el método es el conjunto de pasos (proceso) para llegar a un fin, la metodología del Trabajo Social debe basarse y perfeccionar el conocimiento para una actividad práctica concreta. Debe entonces tener en cuenta el proceso sensible y el lógico. Por ello, hablar de lógica dialéctica y método científico dejan de ser abstracciones ideales, para convertirse en necesidades indispensables de una metodología del Trabajo Social.

¿Como juega entonces la ideología si el esquema teoría-metodología-práctica se nos presenta como completo?.

Schumpeter nos da una orientación interesante al manifestar que: “aunque el acto de percepción es precientífico, no es preanalítico".

¿Porqué decimos que es una orientación interesante?.

Lo es porque no podemos olvidar que uno vive aún antes de tener conciencia que vive. Por lo tanto la actividad practica (vivir) es la que da origen a nuestras ideas. Las distintas sensaciones que tenemos dan paso a la idea, la fundamentan, la producen y luego, esta idea nos orienta.

La ideología es la que nos puede permitir o trabar el proceso de teoría-metodología-práctica. Si la idea es el reflejo fiel de la realidad permitirá el proceso. Si la idea es falsa lo trabará.

No decimos que lo imposibilitará ya que la práctica y la experiencia acumulada que de ella devenga, terminará por demostrar su falsedad.

La idea que la tierra era plana, las teorías que la sustentaban, no eran más que una especulación; la práctica del viaje de Colón la destruyó.

Pero la idea trababa la acción práctica en cuanto hizo que durante mucho tiempo los navegantes no se animaran a emprender el viaje, lo que retrasó el avance en materia de descubrimientos geográficos.

La idea de que el Sol gira alrededor de la tierra, parece ser racional en la medida que la sensación visual que tenemos cotidianamente es ver que nace en el Este y se pone en el Oeste. Inclusive la teoría que sustentaba la idea parecía lógica, ya que se suponía que si la tierra giraba, con la circunferencia que se le conocía, tendría que despedir a los objetos por la fuerza centrifuga. Pero la práctica permitió descubrir las leyes de la gravedad y de la inercia, que modificaron la teoría y destruyeron la idea.

Es indudable que el Trabajo Social no tiene un cuerpo coherente de teoría, pese a que la práctica ha sido abundante. Frente a esta situación hay dos alternativas:

a) La ideología era falsa y trabó el proceso de conocimiento y desarrollo de la profesión.

b) La metodología no permitió sistematizar la práctica para enriquecer la teoría y demostrar la validez de las ideas.

Podemos considerar factible que la falta de coherencia entre ideología, metodología y práctica es la razón y causa de la crisis, supuesta o real, del Servicio Social?.

¿Qué encontramos en las recientes tendencias, aun no confrontadas en la práctica?.

Las tendencias que conocemos como de integración de métodos, método único, método básico, etc., son hasta el momento ideas, reflejo de la forma que ven la realidad cada uno de los que la sustentan. Pero cabe preguntarse si son ideas subjetivas u objetivas.

Las pocas experiencias aún no sistematizadas o terminadas, parecen adolecer de una falta de coherencia interna, o de una imposibilidad de llevarse a la práctica en una realidad concreta, lo que produce incertidumbre.

Por ejemplo: no tiene coherencia interna que para una ideología social cristiana, se proponga una metodología promotora y se haga una práctica asistencial.

Que para una teoría estructural funcionalista, se proponga una metodología de transformación y cambio, y se haga una práctica desarrollista.

Que para una ideología socialista se proponga una metodología concientizadora y efectuemos una práctica ajustadora.

Estos esquemas parecen risibles o ridículos, pero una incursión en la moderna bibliografía del Servicio Social, nos permitirá encontrar ejemplos similares o más grotescos.

No es que se critique ni acepte un determinado esquema, sino que tratamos de demostrar que estos esquemas supuestos, pueden tener una ideología válida, o una metodología apropiada, o una práctica sistematizada, pero se dan aislados los elementos y en su totalidad no tienen coherencia.

Intentemos, para concluir, ver la problemática de ideología y metodología en relación con las Escuelas de Trabajo Social.

Es de suponer que las escuelas como centros de estudio e investigación universitarios, tienen las mejores posibilidades de sistematizar y ahondar en el problema. Las cuestiones fundamentales son:

a) Si las escuelas son creadas y sostenidas por un Sistema que tiene una ideología determinada, ¿su orientación y concepción metodológica no estará basada en la ideología del sistema?.

b) Si se reconceptualiza la metodología y se teoriza sobre métodos, ¿cómo se podrá operar en la práctica, si los supervisores docentes no reconceptualizan primero su ideología?.

c) Si la práctica en la Escuela se basara en una ideología previamente analizada, ¿podrá esta práctica desarrollarse a posteriori en la actividad profesional del egresado, que tiene determinadas fuentes concretas de trabajo?.

d) Si para desarrollar la profesión es necesario transformar a la ideología en Cuerpo de Teoría, ¿que metodología se utilizará para lograr ese objetivo?.

e) Si las ideas válidas surgen de la práctica, en lo que hace a la actividad política, el trabajo social o la experimentación científica, ¿cuál o cuáles caminos deben elegir las escuelas de Trabajo Social?.

f) Si no hay una metodología elaborada en Trabajo Social, ¿que harán las Escuelas para solucionar el problema?.

La metodología y las técnicas se desarrollarán en la medida que se efectúe una tarea práctica que genere teoría y exija perfeccionamiento metodológico. Para ello es necesario que la práctica responda a necesidades concretas en la realidad.

Puede ser la necesidad concreta de un Sistema que quiere preservarse; puede ser la necesidad concreta de una clase social de transformar la realidad; pueden ser las necesidades elementales de los individuos (subsistencia) o puede ser nuestra propia necesidad de mantenernos.

Parece ser que "una necesidad satisfecha deja de ser una necesidad sentida" y el hombre es un animal de necesidades que puede construir su propia historia.

Si para los profesionales de Trabajko Social es una necesidad reconceptualizar, desarrollar o perfeccionar una metodología, esa idea surge de su experiencia en la realidad y sólo transformando esa realidad podrá concretar y perfeccionar los medios que satisfagan su necesidad.

Se aprende a nadar nadando, se aprende a caminar caminando.

O como dice el colega Colombiano, Juan de la Cruz Mojica: "Si la vida social es fundamentalmente práctica y no una abstracción, toda teoría de la vida social debe conducir a una práctica social para constituir lo universal, o sea a la praxis humana, la relación de los hombres con su naturaleza y de los hombres entre si”.


BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

(por orden alfabético)



ASTRADA, Carlos "Fenomenología y praxis". Ediciones Siglo Veinte, Buenos Aires, 1967.



ASTRADA, Carlos "Humanismo y dia¬léctica de la libertad". Ed. Dédalo, Bs. Aires 1960.



BARRERIO, CEPEDA, FURTADO, CONTERIS y otros. "El Destino de Latinoamérica: la lucha ideológica". Ed. Alfa, Montevideo, 1969.



BUNGE, Mario "Ética y ciencia". Ed. Siglo Veinte, Bs. Aires 1960.



COHEN Y NAGEL "Introducción a la lógica y al Método Científico "Ed. Amorrortu, Bs. Aires, 1968 (dos tomos).



DESCARTES., R. "Discurso del método" Ed Losada, Bs. Aires, 1968.



FERNÁNDEZ SANTOS, Francisco "Historia y Filosofía" Ed. Península, Barcelona, 1969. Segunda edición.



GOULET, Denis. "Ética del desarrollo" Ed. Estela lepal, Barcelona 1965.



GRAMSCI, Antonio. "Introducción a la Filosofía de la Praxis" Ed. Península, Barcelona, 1970.



GURVITCH, Georges "Dialéctica y Sociología" Alianza Editorial, Madrid 1969.



WOROWITZ, David "Técnica y Sociedad" en Monthly Review año 2 No 24.



LEFEBVRE, Henri "Lógica Formal Lógica Dialéctica" Siglo Veintiuno de España Ed. Madrid 1970.



MAOTSE TUNG."Cuatro Tesis Filosóficas" Ed. La Rosa Blindada, Bs. Aires, 1969.



MARITAIN, Jaques "El orden de los Conceptos" Club de Lectores, 1947.



MATTELART, CASTILLO Y CASTILLO. "La Ideología de la dominación en una

sociedad dependiente". Ed. Signos,Bs. Aires 1970.



MOJICA, Juan de la Cruz "El Trabajo Social: nueva praxis de la Filosofía". Hoy en el Trabajo Social No 21.



MOUNIER, Emmanuel "Introducción a los existencialismos" Ed. Guadarrama, Madrid, 1967.



ORTEGA Y GASSET, José "El libro de las Misiones" en cultura y civilización Ed. Americalee, Bs. Aires 1954.



SANCHEZ VAZQUEZ, Adolfo "Filosofía de la praxis" Ed. Grijalbo, Mexico, 1967.



SALINAS, Rene y MONCADA JARA, Ester "Planteamientos sobre un trabajo social comprometido" memoria de prueba para graduación, Universidad de Concepción, Chile 1970.



SCHU MPE TER, Josepht "Ciencia e Ideología". Eudeba, Bs. Aires 1968.



STARK, Werner. “Sociología del Conocimiento". Eudeba, Bs.Aires, 1968.



SIMPSON, George. "El hombre en la sociedad" Ed. Paidós, Bs. Aires 1964.



TRAN-DUC-THAO. "El materialismo de Hegel". Ed. Siglo Veinte, Bs. Aires

1965.



VARIOS AUTORES "Ciencias sociales: ideología y realidad nacional" Ed.Tiempo Contemporaneo, Bs. Aires 1970.



DICCIONARIOS:



Diccionario de Sociologia. Fondo de Cultura Económica, 3a. Ed.



Diccionario Filosófico. Ediciones Universo.



Diccionario Enciclopédico Salvat.



Diccionario de Filosofía de F. Mora.



Trabajos del autor tenidos en cuenta:



Crisis y praxis en Servicio Social.

Reflexiones acerca de la reconceptualización en Trabajo Social.

Hacia una metodología de la integración.

Frum, Luis. Hacia una Metodología de la Integración. Diseños operacionales experimentales, o el camino hacia una elaboración del método único en Trabajo Social. Segunda Parte. Argentina, 1970.

HACIA UNA METODOLOGIA DE LA INTEGRACION


Diseños operacionales experimentales, o el camino hacia una elaboración del método único en Trabajo Social



Segunda Parte

Luis María Früm

Si aceptamos que el Trabajo Social, como disciplina profesional científica, se basa en un método único entendido como camino para llegar a un fin y que, para el logro de sus objetivos recurre a una serie de técnicas, tendremos necesidad de elaborar mediante el esquema: “hipótesis-comprobación”, un modelo básico de trabajo o diseño operacional.

Si la posibilidad de construir estos instrumentos, toma el carácter de hipótesis de trabajo, debemos plantearnos dos posibilidades básicas:

a).- Construir un modelo sobre la base de leyes y experiencias conocidas.

b) - Construir un método nuevo de solución de tareas.

Si tomamos la segunda alternativa, no tenemos respuesta posible en el conocimiento acumulado y debemos utilizar la teoría como orientadora e indicadora de áreas no explotadas del conocimiento.

Si tomamos la primera alternativa, debemos utilizar la teoría como resumen de hechos y predicción de nuevos hechos.

Siguiendo el camino lógico debemos agotar el análisis de las experiencias y conocimientos acumulados y, si no logramos la respuesta adecuada, deberemos intentar la otra alternativa.

Creemos que es importante intentar lograr, con las experiencias efectuadas hasta la fecha y con un plan de observación metodológica, diseños operacionales que integren las técnicas aplicables en un ordenamiento lógico que converjan a un objetivo determinado.

Este tema implica un concienzudo trabajo de laboratorio, un profundo intercambio de ideas y una amplia recopilación de material no fácilmente disponible en el ámbito de nuestra profesión.

La pobreza de resultados de la metodología utilizada hasta la fecha no indica en modo alguno su nulidad, por el contrario, constituyen un excelente material para iniciar el trabajo.

Lo que sucede es que frente al mundo y la problemática en que vivimos la actual metodología no resulta funcional ni operativa, siendo un deber ético de nuestra profesión trabajar por un perfeccionamiento metodológico.

El descubrimiento de la vacuna del doctor Salk, sirvió de base para desarrollar un método más sencillo pero de mayor operatividad: la vacuna Sabín oral. Valga la comparación para fundamentar la necesidad de trabajar sobre un esquema de efecto multiplicador, y que se anticipe en el tiempo.

En la actualidad, otras disciplinas supliendo sus limitaciones técnicas con un desarrollo científico, están en condiciones de efectuar una tarea similar a la nuestra, por lo menos en la pobreza de resultados.

La necesidad de contar con estos diseños operacionales reviste un carácter especial en el terreno formativo, es decir en la integración de teoría y práctica de docencia en Trabajo Social.

Los planteos formativos actuales desconectan la teoría de la práctica y dan al supervisor docente un carácter de evaluador "a posteriori", acentuando el carácter de oficio empírico y con el consiguiente riesgo técnico y ético que ello implica Debemos recordar que las características de nuestro trabajo docente aún no han desarrollado un amplio sistema de experiencias en laboratorio, por lo que la práctica se da directamente sobre la realidad. Si bien la clase como un grupo, o grupos experimentales de alumnos son de utilidad para practicar y estudiar el proceso de grupo, el tratamiento individual y la experiencia de comunidad como se enfocan hasta la fecha sólo se pueden efectuar en el medio real. No disponemos de conejillos de indias para experimentación en laboratorio y nuestra práctica es en realidad una prestación de servicio-práctica.

El trabajo de comunidad en su forma más simple tiene por objeto poner a una comunidad en situación de lograr metas deseables a través del esfuerzo conjunto de sus integrantes. En la actualidad descontamos la importancia que tiene la planificación social como elemento de análisis y determinación de los medios que permitan a la comunidad el logro de las metas deseables.

Los diseños operacionales deberán predecir factibilidad y ser el instrumento coordinador entre planificación y trabajo de campo sirviéndonos para transformar el quehacer profesional del planteo actual: operar-planificar, al de planificar-operar-evaluar.

Entendido así el método de Servicio Social tiene un objetivo básico:

CONCIENTIZAR A LA COMUNIDAD SOBRE EL POTENCIAL DE LA INTERACCION SOCIAL COOPERATIVA Y LOS LOGROS QUE DE ELLA PUEDEN PRODUCIRSE.

Para el logro de este objetivo básico utilizará como técnica fundamental el proceso de grupo en un doble significado:

1º) - Socializar y promover el potencial individual dentro del grupo.

2º) - Proyectar el potencial grupal a la interacción social cooperativa.

Este planteo implica, en relación con el esquema anterior:

a) Que en el trabajo de campo, en el sentido asistencial históricamente centrado en el tratamiento individual, se transforma en una labor de socialización y concientizaci6n del individuo a través del grupo.

b) Que el tratamiento de la prob1emática individual que excede las posibilidades de su terapia dentro del grupo, se efectuará específicamente en las instituciones asistenciales coordinadas con otros profesionales especializados (médicos, psiquiatra, abogado, etc.)

c) Que el proceso de grupo con carácter terapéutico corresponderá a una especialización profesional y se desarrollará a nivel institucional.

d) Que el método de Trabajo Social estará enfocado al tratamiento comunitario con objetivo concientizador-promotor y tanto el individuo, el grupo primario (familia) los grupos de referencia, los grupos mediatos y las estructuras institucionales, serán tratadas como parte micro-comunitarias de la comunidad social, teniendo la labor profesional la intención de un efecto multiplicador como esencia.


Bosquejo para intentar un Diseño Operacional Experimental:

Desde el punto de vista del método científico, el primer paso sería construir diseños experimentales de carácter general para ser probados y evaluados, ajustados en el juego de comprobación teoría-práctica. El resultado comprobado se constituiría en un diseño operacional profesional que nos permitirá predecir resultados acorde con las leyes sociológicas, y en función de las características de cada comunidad.

Objetivo fundamental:

CONCIENTIZACION DE UNA COMUNIDAD SOBRE EL VALOR DE LA INTERACCION COOPERATIVA COMO MEDIO DE SUPERACION.

Objetivo Instrumental:

SOCIALIZAR A LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD A TRAVES DE LOS GRUPOS NATURALES Y LA FORMACION DE GRUPOS DE INTERES.

Técnicas básicas: Comunicación y proceso de grupo.

Recursos teóricos: Sociología, Psicología, Psicología Social, Antropología.

Recursos prácticos: Relaciones Humanas, Planificación, Técnicas de Organización y Administración, Técnica de entrevista, Investigación.

Recursos Adicionales: Economía, Demografía, Psicopatología, Psicología de la Personalidad.


PASOS A SEGUIR OBJETIVO CARACTERISTICAS PRINCIPALES:
1) Elección de la comunidad. Determinar ámbito Estudiar factibilidad administrativa.

2) Definición y delimitación de la comunidad. Determinar el área geopolítica social estructural. Localización geográfica, determinación del contexto de interacción.

3) Estudio de la comunidad. Describir las características fundamentales y elaborar el diagnóstico preliminar. Investigación documental. Historia de la comunidad. Estudio de planes y proyectos anteriores y actuales.

4) Entrevista con líderes institucionales. Conocer el potencial cooperativo institucional. Entrevista, análisis de opinión, estudio de necesidades a nivel institucional.

5) Detección de grupos naturales e institucionales. Conocer el número y características de los procesos grupales de asociación. Observación. Visita a instituciones, entrevistas por estratos.

6) Contactación con grupos. Establecer una relación inicial de labor con los grupos. Visitas. Diálogos.


7) Ofrecimiento formal de colaboración Clarificar sobre el interés profesional y las características del trabajo social. Participación en reuniones de grupos.

8) Análisis de la estructura grupal. Diagnóstico grupal.

Proceso de grupo. Observación. Sociometría.

9) Problematización del grupo. Despertar inquietudes sociales y clarificar sobre el potencial grupal. Proceso de grupo. Participación en la dinámica.

10) Estudio de los miembros del grupo. Diagnóstico individual para el plan de sociabilización. Observación, entrevista individual, sociometría.


11) Sociabilización de los miembros del grupo. Promover el potencial individual; mejorar la estructura grupal. Proceso de Grupo. Orientacón profesional.

12) Concientización y planificación hacia la comunidad. Efecto multiplicador y proyección a la comunidad.

Proceso de grupo. Información. Discusión.

13) Interrelación con otros grupos. Coordinación de esfuerzos e intereses. Entrevista entre representantes de grupos. Análisis de proyectos.

14) Ejecución de programas. Logro de metas y gratificación grupal y comunitaria. Investigar, Planificar, Ejecutar.

15) Evaluación Comprobación de diseños, evaluación de efectividad, análisis de fallas. Trabajo de laboratorio. Reuniones.

16) Concientización y promoción hacia la comunidad. Efecto multiplicador y proyección a la comunidad. Proceso de Grupo. Información. Discusión.

17) Interrelación con otros grupos. Coordinación de esfuerzos e intereses. Intercambio social cooperativo. Entrevistas entre representantes de grupos. Intercambio da ideas. Análisis de proyectos.

18) Diagnóstico de la problemática comunitaria. Analizar y determinar relaciones de causa-efecto. Determinar metas. Diagnóstico a cargo de la comunidad. Reuniones. Debates. Mesas de trabajo. Asambleas.

19) Planificación para la acción. Análisis y determinación de medios para el logro de las metas comunitarias. Investigación. Análisis y autoevaluación comunitaria. Entrevistas de grupos. Reuniones. Asambleas.

20) Ejecución de programas. Logro de metas y gratificación grupal y comunitaria. Accionar. Plantear. Replantear. Accionar.

21) Evaluación. Comprobación de diseños. Evaluación de efectividad. Análisis de fallas. Trabajo de laboratorio. Reuniones comunitarias. Reuniones de grupos. Autoevaluación.


Estos diseños o modelos operacionales, deben ser experimentados en terreno y modificados en el interjuego de teoría-práctica.

Es importante consignar que el proceso de investigación, interpretación, planificación, ejecución y evaluación debe darse en forma dinámica y permanente en cada paso y en forma creciente en todo el proceso. Es por esto que lo graficamos como una espiral en la que, alimentándose en lo anterior va ampliando su radio de acción, actuando a un nivel más alto y mostrándose en desarrollo ascendente.

El método científico no incluye la acción sin reflexión. De esta manera los cinco "ejes" son interdependientes y no pueden darse aislados sin romper la estructura del método.

domingo, 20 de junio de 2010

EN HONOR A LA MEMORIA DE LUIS MARÍA FRÜM

http://www.fices.unsl.edu.ar/novedades/32golpe.htm

EN HONOR a LA MEMORIA de luis maría frúm

El Señor Decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Económico Sociales y el Centro de Derechos Humanos de UNSL, invitan al acto en Conmemoración del 32º Aniversario del Golpe Militar, en el que se descubrirá una placa en memoria del Docente Universitario desaparecido Licenciado en Trabajo Social Luis María FRÜM, en la Sala de Proyecciones ubicada en el 1º Piso, Ala este del Edificio del Campus Universitario, Ruta 55 (ex Ruta 148 –ext. Norte-), el próximo MIÉRCOLES 26 a las 18:00 hs.
Luis María FRÜM, quien fuera Trabajador Social egresado del Instituto del Ministerio de Asistencia Social (Instituto de Bolivar), miembro del Grupo ECRO y Director de la Escuela de Trabajo Social de nuestra Casa de Estudios, entonces Facultad de Ingeniería y Administración. El Licenciado Luis Früm fue uno de los principales pensadores de la Reconceptualización del Trabajo Social Argentino y autor de numerosos artículos publicados por la Revista HOY en el Trabajo Social y la Editorial ECRO, dictó numerosos Cursos y Seminarios sobre Praxeología. Fue asesinado por la dictadura militar el 18 de Junio de 1976, en nuestra ciudad.

LUIS MARÍA FRÜM
Docente Universitario, referente incuestionable de una época de ruptura de la sociedad
comprometido con la búsqueda de la ciencia como organizadora de los hechos
que logran conciencia participativa en las personas

Asesinado el 18 de Junio de 1976 en Villa Mercedes (San Luis).
Su asesinato aún no ha sido esclarecido por la justicia.

En honor a la memoria
- 24 de Marzo de 2008 -

ADHESIONES EN EL 34 ANIVERSARIO DE SU ASESESINATO DE LOS AMIGOS DE 678 FACEBOOK.

Claudia Frum 678 ZONA NORTE PARA TODOS: HOY ES EL 34 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE MI PADRE LUIS MARIA FRUM.ASESINADO POR LA AERONAUTICA EN VILLA MERCEDES (SAN LUIS).QUERIA COMPARTIRLO CON TODOS USTEDES Y PASARLES EL LINK DONDE POCO A POCO VOY PONIENDO INFORMACION SOBRE EL.


http://luismariafrum.blogspot.com/Luis maria Frum

luismariafrum.blogspot.com

·.A Gusfer Vidal, Cristian Noé, Haydee Cristina Blanco y otras 7 personas más les gusta esto..Patricia Ferraro Abrazo ompañera !!

 .Hector Rodrigues CLAUDIA TE MANDO UN ABRAZO ENORME !!!!!!!!

.Pato Gavassi POR SUERTE HAY PERSONAS, COMO VOS Y OTROS MUCHOS QUE CONTINUAN LA LUCHA POR LOS QUE YA NO ESTAN, Y LOS QUE FALTAN RECUPERAR , BESOS

Antonio Gustavo Nostas Hassuani Siento mucho lo de tu papa, no lo sabia.
Me solidarizo con tu famila y con vos.

.Javier Ignacio Alvarez Abrazo clau!! seguiremos homenajeando a las buenas personas , seguiremos creanado las condiciones para que la verdad sea reconocida y honrada!!!!

.Matías Hagen Por eso Clau es hasta la victoria, ... recordando a los que fueron quedando, homenajearlos en presente, llevarlos como bandera hasta la victoria, SIEMPRE..!!! y estamos venciendo, por ellos, por nosotros...!!!! Un abrazo enorme camaradaaa.......

Gabriel Van Oostveld Abrazo Clau. Gracias por publicar escritos de tu viejo.

.Natalia Carrizo "Si realmente, tenemos amor por los demás, todo el esfuerzo que hagamos para mejorarlos y así proyectarnos como, diría Valentina M. de Ugarte, "haciendo el bien, pero haciéndolo bien", no sería un esfuerzo en vano."
Grande tu viejo, esa frase me encantó Clau!!
Por la memoria, la verdad y la justicia de nuestro Pueblo!
un gran abrazo.

Susana Silvia Fernández EL Che dijo: podrán cortar las flores, pero no podrán impedir la primavera. Eras una niñita cuando asesinaron a tu padre, cuánto dolor...La historia marca y vos tu historia la llenas de sentido. Te quiero, Susi

Edgardo Ruben Molina Te mando un gran abrazo y mañana en el dia del padre una parte del brindis sera en homenaje a tu padre y los demas compañeros desparecidos y asesinados.-

Claudia Frum Un abrazo fraterno para todos,y gracias x todas sus palabras de aliento.No es casualidad que el viento no amontone...brindo por todos los padres !!!!!

Horacio Navalesi Claudia: hasta la victoria siempre. Un gran abrazo

Maria Ines Garcia un abrazo claudia y sentite orgullosa

Gaston Molina te felicito, admiro tu valor por abrirnos la puerta a tu historia.

Martin Ka Te mando un fuerte abrazo, no tengo palabras para este momento pero como dice gaston admiro tu valor por contarmos parte de tu historia, sentite orgullosa de tener un PADRE que te transmitio sus ideales, nosotros continuaremos con el legado de el y de todos.

Soledad Mc Nally una abrazo claudia.
Hector Rodrigues UN ABRAZO ENORME CLAUDIA!!!!!!

Edith Tomas Abrazo Kumpa!

Reynolds Jose memoria y justicia, saludos

Juani Gallo abrazo grande compañera!

Estela En la Mar xq las ideas no se matan...justicia y verdad. Abrazo.

.Singer Carlos Adrian Un gran abrazo!!!!!!

Sergio Chaco Hola Claudia. Ya guardé como favorito el Blog. Un abrazo afectuoso desde la Distancia cumpa. FUERZA EH??..La justicia llega, tarde ó temprano,pero llega.

Daniel Saavedra Un fuerte abrazo en este día Claudia!

Ale Jandro Odu Un fortísimo abrazo compañera.

Marcelo Gatica Amengual Mi abrazo solidario y fraterno; estos ejemplos son los que deben instalarse en la sociedad para construir un futuro mejor, sin excluidos, con equidad. Gracias.

Marisa Nieloud Gracias Claudia, por compartirlo con nosotros.

Fernando Garcia UN FUERTE ABRAZO, CUMPA!!!
Gonzalo Marquez un abrazo Claudia

.Graciela Gonzalez abrazo y fuerza!

Jacqueline Aldauc un abrazo de oso para vos. Pensaba a cuantos hijos le han quitado la posibilidad de tener a sus padres.

Alfredo Herms beso grande Claudia! juicio y castigo!

Ariel Cardozo saludos y toda la fuerza Claudia!!!!

Jorge Cappas Un abrazo y mucha fuerza para seguir luchando

Frum gracias a todos x sus palabras cariñosas! aliento no me falta!
Tenemos 30.000 motivos para no bajar los brazos y 400 nietos que recuperar!!!!

sábado, 19 de junio de 2010

19/6/2010 A 34 AÑOS DE SU ASESINATO SEGUIMOS PIDIENDO JUSTICIA

POR MI PADRE LUIS MARIA FRUM,POR LOS 30.000 DETENIDOS-DESAPARECIDOS,POR LOS 400 NIETOS QUE AÚN NOS FALTA RECUPERAR,SEGUIMOS LUCHANDO PARA LLEGAR A LA VERDAD Y A LA JUSTICIA.

miércoles, 16 de junio de 2010

Frum, Luis. Hacia una Metodología de la Integración. Primera Parte. Argentina, 1970.

Frum, Luis. Hacia una Metodología de la Integración. Primera Parte. Argentina, 1970.

HACIA UNA METODOLOGIA DE LA INTEGRACION


Primera Parte

Luis María Früm

Cuando tenemos una idea, valiosa o no, el principal problema que enfrentamos, es el de expresarla. Si tuviéramos un mayor dominio del lenguaje, posiblemente las ciencias estarían mas desarrolladas, porque como dijo Confucio: “Si el lenguaje no es correcto, lo que se dice no es lo que se significa; si lo que se dice no es lo que se significa, lo que debe ser hecho, queda sin hacer”.

El problema de los conceptos y lo que quieren decir, logran en determinados asuntos, dominarnos de tal forma, que usamos las palabras sin una adecuada meditación y hacemos uso de la bibliografía, que no es más que las palabras de otros, sin saber qué significan.

Demócrito decía: "Las palabras son las sombras de las cosas" y, efectivamente, un singular número de palabras que nos han enseñado, encubren con un manto de nombres, nuestro entendimiento.

Por ésta razón, para decir lo que estimo, mi opinión (respetable y discutible), he tratado de reducir el máximo la consulta bibliográfica, para obligarme a aguzar mi imaginación y dar respuesta a mis dudas.

Creo que valen para mi proceder, las palabras de Descartes, en su "Discurso sobre el Método", cuando dice: "Me propuse arrancar de mi espíritu todas las ideas que me enseñaron, para sustituirlas con otras si mi razón las rechazaba, o para refirmarme en ellas si las encontraba a su nivel. Creía firmemente que, por este medio, obtendría mejores resultados que edificando sobre viejos fundamentos y apoyándome en principios aprendidos en mi juventud, sin examinar si eran verdaderos”.

Creo que los conocimientos, tanto científicos, vulgares o filosóficos, van ingresando en nosotros y tomando una forma única e indivisible, que nos instrumenta para la vida, porque en un proceso mental, todos cumplen una función especifica pero unidos. En este momento, los conocimientos que tengo de la escritura, del uso de la máquina de escribir y mis pensamientos, configuran una UNIDAD.

Esa unidad, esa forma única, esa acción de armonizar una serie de partes en un sólo elemento coherente, que no es una simple suma de partes, sino algo nuevo y distinto, a eso que da una estructura equilibrada y dinámica, lo llamo INTEGRACION

Pero debo tener en cuenta, además, que tanto mis conocimientos como yo mismo, se sitúan en un medio, en un marco de referencias. Soy hombre en cuanto convivo con otros hombres, por lo que: mi integración será en la medida en que está integrado a ese medio.

En un primer momento, confundí integración con AJUSTE y con ACOMODACION, entendida como una postura adecuada con el lugar, pero salí de mi equívoco al comprender que el medio no está ajustado, que las partes que lo componen no estan desajustadas; ajustarme a lo alienado es alienante y deduje que no podía ser integración. Como ser humano, recibo los efectos de ese desajuste, que me perjudica a mí como unidad. Pero me afecta también el desajuste de los demás, por los demás en sí y porque yo puedo ser más en cuanto los demás lo sean. Estoy tal vez integrado al desajuste y no puedo ni debo "acomodarme" sin afectar a los demás; y, en definitiva, a mí mismo.

¿Cómo lograr romper ese círculo vicioso y buscar el camino para una real integración?.

Cómo ser una unidad y, sin dejar de serlo, participar de la configuración de una unidad mayor?.

Comprendí entonces que, en realidad, mis conocimientos de las cosas, están "juntados", pero no integrados.

Hace unos trescientos años Descartes dijo en la regla IV de su tratado: "La Dirección del Espíritu", refiriéndose a métodos: "Reglas ciertas y fáciles, gracias a las cuales, quien las observe exactamente, no tomará nunca lo falso por verdadero y llegará, sin gastar inútilmente esfuerzo alguno de su espíritu, sino aumentándolo siempre, gradualmente, su ciencia, al verdadero conocimiento de todo aquello que sea capaz". Si mi función en el medio es la de hacer Trabajo Social, es necesario determinar una metodología de la integración, es decir una serie de pasos, para llegar a configurar una unidad coherente de conocimiento, como base fundamental para comprender al medio y planificar una acción, que permita que, todas sus partes, se superen y, a su vez, se integren en una estructura armónica y gratificante.

Uno de los problemas fundamentales aún no resuelto en materia de Trabajo Social, es el que hace a la integración. Este enunciado, muy general por cierto, puede ser encarado y analizado esquemáticamente partiendo de la base de que la desintegración (concepto opuesto de integración) se da en diversos niveles del Servicio Social. Veamos que se quiere decir con eso.

El Asistente Social ya formado, el que es como profesar o supervisor un formador, o el que como estudiante está en formación, es un ser humano. Es decir un individuo que, se supone, forma porte de una sociedad. Esa sociedad, por la influencia demográfica y tecnológica, ha entrado en lo que es dado en llamar "la revolución de las expectativas crecientes". En ella, se ha producido un cambio y no es la misma de un momento dado anterior, al momento actual. Sin entrar en apreciaciones éticas y filosóficas, en cuanto a la calidad de ese cambio, el hecho es que ES DISTINTO; y los seres humanos, en nuestro caso particular, asistentes sociales, no están insertos armónicamente en el me dio, por lo cual, no está integrado a él, ergo están desintegrados.

Cuando una parte de un todo no se integra armónicamente, tratará intuitivamente de buscar una postura adecuada. Pueden darse dos variantes: que esta desintegrado y tome conciencia de ello, con lo que tratará de acelerar el proceso de su integración; o que no lo sepa y se crea integrado, siendo entonces el medio el que, imposibilitado de integrarse a sólo una parte, la sustituya o elimine. Esto puede parecer simple literatura, pero cualquiera de nosotros que tenga conciencia de su situación, sabe que el Servicio Social, como parte de la sociedad, no ha logrado una identidad claramente establecida.

Si partimos de internalizar la existencia de una desintegración o, si es menos doloroso, de falta de integración, podemos entrar a analizar por partes, algunas de las características de la misma. Para facilitar el trabajo, podemos dedicarnos a analizar el rol asistente social, ya que es adquirido y muy especifico. Tarea mas sencilla que la de realizar el rol individuo, que por adscrito y muy general, nos obligaría a tocar aspectos filosóficos de muy compleja estructura.

Si la desintegración es un efecto, debemos buscar las causas que lo motivan, formulándonos una duda base: si el asistente social no está integrado, si ese rol es adquirido, si la adquisición se hace a través de un mecanismo que llamamos formación, si esa formación incluye una serie de conocimientos, ¿NO EXISTIRA UNA DESINTEGRACION EN LA FORMA EN QUE ESOS CONOCIMIENTOS SON IMPARTIDOS?.

Existen dos posibilidades: que lo dicho sean afirmaciones y, como tales, corroboradas por los hechos, o lo dicha sean hipótesis; es decir, una suposición más o menos verosímil, que implica la necesidad de corroboración en los hechos. Corroborada, se convertirá en tesis, y rechazada, nos obligará a buscar otras hipótesis más verosímiles que, como todo conocimiento reflexivo, nos lleve a la verdad.

A modo de elaboración de un marco teórico, hagamos algunas reflexiones: Para ser trabajador social, se necesita una serie de conocimientos; en esto, creo al menos, estamos todos de acuerdo. Tomando el conocimiento como cosa, puede decirse que tiene atributos de cantidad y calidad. No existe un límite definido, en cuanto a estos aspectos; por lo menos, no son medibles con patrones clásicos, tales como une escala de razones o cocientes. Pero una escala jerárquica, nos da un punto arbitrario de partida o cero, y una relación de igualdad o desigualdad. Usándola, podremos dar un límite inferior (o mínimo), para decir: conociendo hasta aquí se está instrumentado para jugar el rol de asistente social; de allí en adelante, jugará el mejoramiento individual, y hará a la jerarquía de cada unidad en particular. Si aceptamos esta reflexión, nos debemos preguntar:

¿CUAL ES EL LIMITE MINIMO QUE ASEGURE ESA INSTRUMENTACION?

Nos estamos refiriendo específicamente a CANTIDAD. Traducido este aspecto a aquellos medibles con escalas más conocidas, diríamos: cantidad de horas dedicadas a cada conocimiento; sumando esas horas, hablaríamos de años, dedicados a conocer; y perfilaríamos así, los años de la carrera, en distintos lugares. Surgiendo nuevos interrogantes: ¿El mínimo se traduce en: dos, tres, cuatro, cinco o más años?

El que dedicó cuatro, sabe MAS que el que dedicó TRES?. ¿Puede ser que por saber más, el rol se diversifique y no sea uno, sino varios?

¿A cuál corresponde la denominación de Trabajador Social?

Podremos usar números ordinales y decir, Asistente Social de primera, de segunda, de tercera, etc.?

Qué cantidad de conocimientos nos acerca más a la integración con el medio?

Pero detengámonos ante tantas dudas. No dejemos que el conocimiento, que pretendemos sea científico, se impregne de subjetividad. Utilicemos una actitud práctica, dejando el problema por un momento. Veamos qué pasa en cuanto a CALIDAD.

Medir calidad de conocimiento es mucho más difícil aún que medir cantidad. Los conocimientos de un asistente social están estrechamente referidos a las llamadas ciencias sociales, muy nuevas aún, con cuerpos de teorías aún no desarrollados, por lo que el Servicio Social adolece de falta de un cuerpo coherente y operativo de teoría, resultando muy impreciso definir calidad.

Si se tratara de ciencias exactas, un matemático por ejemplo, diríamos que si sabe que dos más dos es cuatro, su conocimiento es de buena calidad, pero ¿cómo podemos determinar la calidad de los conocimientos de psicología de una escuela psicológica, con otra?.

Los conocimientos de sociología a de antropología de un asistente social son de mayor o menor calidad que el de otro colega?

¿0 son de igual calidad en diferentes conocimientos?

Si estas dudas son válidas se complican más aún, profundizando el análisis referido al ORDEN en que esos conocimientos son recibidos, prescindiendo de cantidad y calidad.

La asimilación de conocimientos y su mejor captación, están muy ligados al ORDEN en que sean recibidos.

Para comprender una ciencia, es necesario saber qué es el conocimiento científico y qué es ciencia. Para comprender la patología psíquica es necesario saber primero qué es la psiquis y la normalidad psíquica, y podríamos continuar dando ejemplos de un cierto orden lógico para la mejor asimilación de conocimientos.

Sí aceptamos esta premisa:

¿POR QUE NO HAY DOS PRORAMAS IGUALES EN LO QUE A ORDEN DE MATERIAS SE REFIERE, EN LOS CENTROS DE FORMACION DE ASISTENTES SOCIALES?.

Supongamos que alguna escuela tenga un ordenamiento lógico de su programa, que pudiéramos considerar óptimo. Desde el momento en que existen programas diferentes, surgen dos posibilidades:

1) Que al ser diferentes del considerado lógico, SEAN ILOGICOS. Por lo tanto, no ayuden a la integración.

2) Que sean también lógicos. Entonces, el orden de las materias, no influye y nuestra premisa debe ser rechazada.

Para mostrar la desintegración en otro nivel, podemos mencionar el problema que hace a la administración de la formación. Si un estudiante se está formando en un centro de determinada localidad y por razones personales debe ir a vivir a otro lugar, donde también haya una escuela de Servicio Social, se encontrará que, para formarse EN LO MISMO, tiene problemas, dado que la cantidad, la calidad y el orden son diferentes y lo que ya asimiló (tradúzcase aprobó) no se enseña en el nuevo lugar y se encuentra administrativamente desintegrado.

Como vamos viendo, algo no anda bien, algo está desajustado, algo NO ESTA INTEGRADO.

Debemos tratar entonces de determinar: QUE HAY QUE INTEGRAR Y COMO IN TEGRARLO.

El profesional de Trabajo Social, debe ser integrado en su preparación para que, como parte, se integre a su vez en el medio.

La integración, en lo que hace a la formación del trabajador social, debe efectuarse en una micro-dimensión, para que luego coherentemente, se integre en una macro-dimensión.

Qué entendemos por micro-dimensión: cada unidad de formación, cada centro de asimilación de conocimientos (llámese escuela, instituto, facultad, etc.).

Qué entendemos por macro-dimensión: la totalidad de esos centros, es decir, la unidad formadora de profesionales, vista por el medio.

Analicemos la problemática de la micro-dimensión: qué hay que enseñar, y cuánto hay que enseñar.

Cada uno de estos interrogantes debe ser motivo de un estudio específico e integrado por los otros dos, y es fundamental tener presente que constituyen un desafío de plena vigencia en el cual se sustenta el futuro de la profesión.

En lo que respecta a: ¿QUE HAY QUE ENSEÑAR?, podemos esquematizar sin ser excluyentes, de la siguiente manera:

El objetivo mínimo e indivisible del Servicio Social es el individuo. Pero lo natural es que el individuo siempre esté integrando grupos, conviviendo con otros y siempre dentro de una comunidad. Es más, aunque parezca simplista, el concepto Servicio Social indica que es "servir a la sociedad". Desde el momento en que existe el Servicio Social como una institución, producto de la cultura del hombre y existe un hombre que necesita de él, ya son dos partes de un todo; entonces podemos arriesgar en afirmar que el objetivo del Trabajo Social, es la sociedad o comunidad, como una unidad, y los grupos y los individuos de esos grupos son parte que, integradas, configuran esa unidad. De la misma manera que para el médico su objetivo es el hombre, como unidad, y cada órgano parte constitutiva "integrada", con funciones específicas, pero convergentes.

El todo no funciona si no funciona cada parte, pero cada parte no subsiste, si no existe el todo.
El asistente social hace únicamente Servicio Social. Dicho de otra manera, hace servicio a la comunidad. Aunque se dedique, en un momento dado, a una parte constitutiva "individuo o grupo", no puede perder de vista la integración de estos a la unidad social.

Si no existe un individuo aislado, ni un grupo aislado, sino un medio en el cual esas partes funcionan, no existe el caso social individual o el servicio social de grupo, como método.

Esta idea no es original, por cuanto los griegos en la antigüedad, Santo Tomás y hasta el poeta hablan del continente y no de la isla

PERO ¿SI NO SON METODOS, QUE SON? Y ¿CUAL ES SU RAZON DE SER?.

Si método es el modo de obrar o proceder con arreglo a un plan determinado, si es el conjunto de pasos para llegar a un fin, y el fin del asistente social es Servicio Social, ése SERIA SU METODO. Método que incluye siempre los posos: investigar-diagnosticar-tratar, dedíquese a una parte o al todo.

Pero sabemos que cuando trabaja con un individuo o con un grupo, hace algo. Efectúa un conjunto de procedimientos para lograr cumplir los tres pasos del método, y un conjunto de procedimientos de que se sirve una ciencia que se denomina TECNICA.

Técnicas que serán: entrevista, reunión, observación, registro, censo, etc. o la que estimare correspondiente en cada caso. Entonces, no existen tres métodos separados, sino UNO SOLO, que por lógica, siempre estará integrado por esas partes.

Siendo técnica, el respeto por la persona, el análisis de variables, el no juzgar, el observar, serán los procedimientos éticos y formales que configurarán las técnicas.

Cuando un profesional trabaja con varias unidades a la vez, o varios profesionales las atiendan en conjunto, no se estará hacienda una INTEGRACION METODOLOGICA, sino una INTERRELACION DE TECNICAS.

Si se trata de un solo método, debemos determinar QUÉ HAY QUE SABER para configurar un cuerpo da conocimiento que sirva de instrumento para una acción eficaz.

a) Aquellos elementos de distintas disciplinas que den respuesta al QUE y POR QUE del individuo, de los grupos y de la sociedad como un todo:

* Psicología.

* Sociología.

* Psicología social.

* Antropología.

* Economía. Etc.

b) Aquellas disciplinas que nos ayuden a comprender el COMO, CUANDO

Y CUANTO de esos elementos:

* Sociometría.

* Epistemología.

* Estadística y Demografía.

* Investigación científica.

* Organización y Administración Etc.

c) Aquellos conocimientos que nos expliquen el POR QUE DEL FUNCIONAMIENTO y LA FENOMENOLOGIA que hace a las partes y las técnicas para influir en esos fenómenos;

* Relaciones humanas.

* Dinámica de grupos.

* Pedagogía.

* Entrevista individual.

* Relaciones públicas Etc.

d) Aquellas disciplinas que nos instrumenten para que, con las técnicas mencionadas anteriormente, podamos trabajar con problemas y situaciones específicas, que afecten a las partes o al todo:

* Derecho.

* Medicina Social.

* Saneamiento ambiental Etc.

Cada uno de estos temas mencionados, constituyen la integración de subtemas que, en el orden administrativo solemos designar como “bolillas”, y que tienen un orden lógico. A su vez, cada tema forma parte de un todo y es necesario integrarlo sobre la base de un objetivo específico: Trabajo Social.

Este ordenamiento lógico nos lleva al segundo punto: CUANDO ENSEÑAR CADA COSA para su mejor valoración y para que, a su vez, nos sirvan para integrar los conocimientos que se sucederán.

Si consideramos básico aprender psicología, sociología, antropología, etc., y partimos de la base que son ciencias, resultará básico conocer qué es ciencia, qué es conocimiento científico y las técnicas para investigar y conocer. Hasta pedagógicamente, elementos como investigación bibliográfica, fichado, reglas de la actividad científica, etc., nos instrumentan para mejor aprender. Se deduce entonces que a aquellas materias que cubran estos aspectos tales como: introducción a la ciencia, técnicas de investigación, estadística, demografía, sociología, psicología, etc., deben ser impartidas en la introducción del período de aprendizaje, en los primeros cuatrimestres de la carrera.

Par otra parte, no debemos olvidar que estas disciplinas deben ir integrándose al objetivo final: el Trabajo
Social, siendo necesario entonces, introducirse en forma general, en las técnicas específicas de la profesión, los campos de acción y sus características, para que el estudiante pueda ir comprendiendo el por qué de las cosas y su utilidad.

Tal vez, una materia que brindara ese panorama podría desarrollaras en el mismo período.

Luego, y paulatinamente, integraríamos este conocimiento base, a lo que hace a la problemática en que se desenvuelve el todo y sus partes: la sicopatología, la socio patología, la economía, la política social, etc..

Dándonos luego de lleno a estudiar, sobre esas bases, los aspectos específicos que hacen a la participación del trabajador social, especializando el conocimiento de las técnicas, que hacen al trabajo con el individuo, el grupo y la comunidad., y su interrelación dinámica. El resultado de este ordenamiento sería una integración efectiva de los conocimientos necesarios al nivel teórico y, como la teoría es organizadora de hechos, podríamos entrar a trabajar con los hechos del campo práctico, medianamente seguros de efectuar prácticas basadas en conocimientos exhaustivos, que bien supervisados, se convertirán en un aprendizaje por la experiencia. Sin arriesgar a que realicemos una "experimentación" no científica y sujetos a convertirnos en "manoseadores" de nuestros semejantes.

Podemos detenernos un momento aquí y cotejar nuestros supuestos con la realidad actual.

¿Qué sucede en la mayoría de las escuelas de Servicio Social? o por lo menos, en algunas
Un estudiante aprende en el primer año, algunas de las ciencias, algunos de los instrumentos y algunos de los auxiliares de comprensión y efectúa trabajos prácticos en lo que es dado en llamar "caso social individual".

Si esto fuera válido, bueno, coherente, lógico, podría terminar allí su aprendizaje o su formación y estar habilitado para trabajar "solamente" con individuos aislados.

Tendría un título específico: tal vez “Asistente Social de individuos”, o “Asistente Social de tercera”. Para poder trabajar con grupos necesita otro año más, con otro poquito de ciencias, otro poquito de técnicas y está habilitado para esa tarea.

En otro orden de cosas: si ha pasado dos o tres años conociendo ciencias y efectuando trabajos de campo, que incluyen investigar para diagnosticar y diagnosticar para tratar, QUE LUGICA tiene que, luego de eso, recién se ponga a aprender qué es ciencia, cómo se investiga científicamente, o cuales son las reglas de la actitud científica.

Esto parece una expresión de desintegración (opuesto a integración) pero, ¿en cuántas escuelas o institutos no se enseña: técnicas de investigación, antropología, psicología social, en el segundo o tercer año, cuando ya se le han aprobado al estudiante, algunas las prácticas de trabajo con individuos y con grupos. Aprobación que, por otra parte, los habilita automáticamente, ya que no se repite la experiencia y se pasa a otro tipo de trabajo práctico.

¿COMO PODEMOS INTEGRAR EL TRABAJO DE CAMPO, SI NO ESTAN INTEGRADOS LOS CONOCIMIENTOS BASICOS, QUE CONSIDERAMOS INDISPENSABLES PARA EFECTUAR ESA TAREA DE CAMPO, CON FUNDAMENTACION CIENTIFICA?

En otro orden de cosas, ¿qué sucede con las personas que tienen a su cargo dar la formación?. ¿Los profesores que brindan los conocimientos fundamentales de cada disciplina?.

Desde el momento en que tienen un título académico que los acredita, (médico, abogado, psiquiatra, estadígrafo, etc)., debemos dar por sentado que tienen los conocimientos de su disciplina específica integrados.

Pero esa integración de una parte, está a su vez integrada con el todo, en este caso con el Trabajo Social?.

Desde el momento en que no tienen el titulo específico, podemos al menos, DUDAR. Y, si dudamos, podemos suponer que, de ser cierto, quien reciba los conocimientos, tendrá serias dificultades para integrarlos espontáneamente.

Podrá tener excelentes conocimientos de cada disciplina, en forma aislada, pero ¿cómo logrará que ese conocimiento sea integrado y operativo para su trabajo?. Un montón de poquitos no hacen un todo.

¿Cómo podemos lograr estructurarlos?

Arriesguemos dos posibilidades:

a) Que todo profesor que instrumente en una disciplina especifica, sea además, trabajador social y oriente la parte al todo. Una sociología para el Trabajo Social, una estadística para el Trabajo Social, etc.

b) Que los profesores de cada materia se integren al objetivo, a través de un programa de materias
elaboradas por el centro de estudios, los trabajadores sociales y él. Explicándosele en profundidad los fundamentos del programa, en función del objetivo integrador.

Con respecto a la primera posibilidad, podríamos suponer que es la ideal. Pero muy difícil de lograr, ya que no se ajusta a la realidad de medios. Valioso tenerla en cuenta, para cubrir en la medida de las posibilidades.

La segunda, es la que se adecua a la realidad, y es necesario efectuar planes coherentes para su logro.

Esta tarea debe estar a cargo de la dirección del instituto o escuela, y de aquellos profesionales que conozcan el objetivo final en profundidad.

Para ello, es básico que quien tenga la autoridad final y, por ende, la responsabilidad (llámese director,decano, jefe, etc.) sea indefectiblemente un profesional con título habilitante, en materia de Trabajo Social. Mal se puede integrar una estructura, si el eje de la misma, no está integrado al objetivo.

Es importante, además, tener en cuenta que se debe fijar la cantidad, la calidad y el orden de cada materia, efectuando trabajos de más amplío espectro, con los otros profesores, para evitar superposiciones, para complementar, en síntesis, para integrar el programa de estudios.

La formación de gabinetes interdisciplinarios, la discusión metódica y continuada, la elaboración de programas analíticos, la consulta y la participación activa de los estudiantes, son imperiosas necesidades para este logro.

Estos supuestos que hemos visto, hacen a la integración en la micro-dimensión. Veamos ahora, qué sucede en la macro-dimensión, es decir, en la totalidad de los centros de formación, a nivel nacional e inclusive internacional-.

A partir de la integración de un programa de formación a nivel de cada unidad, es necesario integrarlos al conjunto, logrando, no uniformidad puramente comparativa, puesto que puede haber uniformidad en la mediocridad, sino logrando armonía, entendida como la conveniente proporción y concordancia de unas cosas con otras.

Dado que, como decíamos, para que el conjunto funcione se necesita que cada parte esté en condiciones; pero el conjunto es una unidad que a su vez afecta a las partes; debemos efectuar la tarea desde las dos dimensiones, hacia un justo medio, es decir, cada escuela debe a analizar y efectuar su proyecto de programa, pero todas las escuelas, a través de la institución que las coordine, trabajar en conjunto. Especialmente, si el medio ve los resultados como producto del conjunto, en este caso, los trabajadores sociales surgen de la carrera de Trabajo Social, sin que se analice que una tiene treinta materias u otra quince, que una dure tres años en su desarrollo, y otra cuatro.

Es, además, necesario, urgente e indispensable, un organismo administrativamente ágil e instrumentado, que inspeccione y fiscalice la labor de los centros de formación, teniendo como instrumento guía, un programa científicamente preparado, a nivel nacional.

Parecería fácil lograr una metodología de la integración pero, en realidad, es muy difícil. Especialmente si los que estamos en la tarea de formar (seamos profesores o supervisores), hemos estudiado dos o tres años, y actualmente preparamos a nuevos profesionales en cuatro o cinco años.

Tenemos, cuanto menos, un déficit de cantidad, que suplimos con un aprendizaje privado, leyendo o experimentando, casi siempre sin método, y sobre las bases de una enseñanza recibida que, lamentablemente, no ha sido integrada.

Es necesario que primero hagamos un esfuerzo para capacitarnos e integrar nuestros conocimientos, instrumentándonos, para dar luego a otros futuros profesionales, conocimientos integrados. Dado que la situación se presenta como un círculo vicioso, debemos romperlo, tal vez, con un centro de formación de profesores y supervisores en Trabajo Social. Efectuando profundos y reflexivos seminarios de investigación en este campo, no "turísticos" encuentros de dos o tres días, sino programas de estudio de largo alcance.

Lejos de ello, formamos parte de los centros de estudio, que hacen el Servicio Social de nuestros países, y en vez de dedicarnos a perfeccionar nuestro conocimiento, continuamos la tarea, con buena voluntad y sin método. Mientras vemos que otros colegas "tan poco integrados como nosotros", abren escuelas y escuelitas por todos lados, sin fundamento, sin ciencia, sin lógica, ingresando a la macro-dimensión de la formación nacional en Servicio Social, para sólo aumentar la desintegración.
Para dar cohesión a la macro-dimensión, es necesario empezar ya un intercambio activo de programas, de ordenamiento y contenido de los mismos, de bibliografía, de experiencias, de técnicas de enseñanza, etc. formándonos nosotros, para luego dar una formación integral.

Logrando un patrón único, que perfile una identidad nacional del Servicio Social, y basamentando su integración al medio.

Si se diera la integración de conocimientos, como una unión de partes constitutivas de un todo, en la misma forma que en química se elabora un compuesto, debemos pensar en que la variedad de elementos que integran el Trabajo Social, necesitarán de un agente catalizador, que en el terreno del Trabajo Social, es el AMOR AL PROJIMO.

Si realmente, tenemos amor por los demás, todo el esfuerzo que hagamos para mejorarlos y así proyectarnos como, diría Valentina M. de Ugarte, "haciendo el bien, pero haciéndolo bien", no sería un esfuerzo en vano.

No seremos técnicos sin sentimiento, pero tampoco debemos ser sentimientos sin técnica, porque el Trabajo Social es un camino que se debe efectuar con método, pero como dijo Walt Whitman: "Aquel que camina una sola legua sin amor, camina amortajado, hacia su propio funeral".